sábado, 28 de mayo de 2011

Grimsvötn (no Eyjafjallajökull)

Venga, 'sus' voy a contar una aventurilla.
Probablemente penséis que estoy loca. Hay algunos que sé que sí, que lo piensan. Bueno, yo prefiero afirmar que soy diferente. O que mis amigos son los que están locos y yo no tengo personalidad y les sigo, por eso terminé metida en la nube de ceniza de un volcán. Bueno, no, yo les llamé para unirme, así que lo de no tener personalidad lo suprimimos mejor.
Este era el panorama:
Parece nieve, ¿eh? O que tu pantalla está llena de mierda, pero no intentes limpiarla, porque no es así.  Es CENIZA VOLCÁNICA. Y diréis "Eso es nieve". Bueno, pues pensad lo que os dé la gana, pero eso es ceniza. Y también eran las 9 de la mañana, aunque parezca que era de noche. Que tampoco os lo queréis creer, pues vaya, sí que me habéis salido escépticos. Pero esa es la pura verdad. Lo juro por Zeus (Museo Coconut).

La historia comenzó el sábado después del partido (para más info, leer entrada anterior). Cristina vino a recogerme a la piscina y anunció "Ha entrado un volcán en erupción, éstos se han ido a verlo". Como en todos los grupos de amigos o sucedáneos, cuando te dicen éstos ya sabes quiénes son. Pues cuando ella dijo éstos solo se podía deber a tres individuos de seguro y quizás otros cuantos que les secundaran. Así que le pregunté si nosotras tendríamos posibilidad de ir, y no, porque no había sitio en el coche que habían alquilado. Pero resulta que además de Fran, David y Pep (los tres que os digo) también iban Óscar y alguien más, los cuales no pudieron ir. Por lo tanto, mientras Cris y yo nos organizábamos improvisadamente este viajecito para el día siguiente, Fran llamó para anunciar que se caían dos. Conclusión: en media hora nos recogía y nos íbamos. Así que allí que fuimos, los cinco de nosotros, directos hacia el volcán.
Recuerdo que había mucho cachondeíto ("jiji-jaja" como diría Zipi) con lo de meternos debajo de la pluma. Pues adivinad donde acabamos. Bueno, acabamos en un refugio, pero no adelantemos acontecimientos.

Salimos de Reykjavík, nos dirijimos a Vík, lalalala, lo pasamos, lalalala, y fuimos a un "refugio" ahí enmedio de la nada, como muchas cosas en Islandia, pero estaba repleto de ceniza. Así que volvimos a Vík, acampamos y echamos la noche. La idea era de levantarnos a las 6 de la mañana para seguir hacia el volcán, pero ninguno se levantó. He de decir que al final íbamos dos coches: el nuestro y otro con 4 personas más. Pues de los 9, ninguno nos levantamos ni a las 6 ni a las 7. Fue Cristina la que a las 8 dijo... "¡¡¡Vamos, arriba, que nos íbamos a levantar a las 6 y ya son las 8!!!". Nos encaminamos al volcán, y vaya si nos acercamos... Nosotros no veíamos más que ceniza y seguimos conduciendo, hasta que encontráramos un pueblo para parar. (Aquí donde los pueblos son aldeas, en realidad; pero no aldeas como algunos piensan que es Talavera, no. Aldeas de verdad, pero con estación de servicio, eso sí). Allí paramos, en Kirkjubæjarklaustur. (Al final no es tan difícil de pronunciar, se puede hasta componer una canción y bailarla frente a las cámaras de televisión).
Allí estaba también el equipo de rescate, y les dijimos que teníamos intención de irnos dirección Reykjavík ya que era imposible seguir en ese otro sentido. Ellos nos dijeron que no, que nos teníamos que ir con ellos porque la situación era bastante peliaguda en las carreteras y las iban a cerrar. Aquí tenéis algunas imágenes de los resultados:
 Esto soy yo. Eran las 9 de la mañana, y mirad el fondo de la foto, ¿qué os parece? Una cámara de gas, y sí, probablemente fuera algo similar. La bufanda me cubría la boca y las manos los ojos para protegernos de la ceniza. Al día siguiente, después de la ducha de ese día y la del lunes, todabía sacaba ceniza de mis orejas.
 Esto es el parabrisas del coche... y aunque parezca arena de la playa, vaya,vaya, ¡no lo es!




Esta foto de abajo me hace mucha gracia, porque parece que es una cámara viejísima abandonada en algún desván llena de polvo y en realidad es...lo que es.

Bueno, pues nos llevaron al refugio y nos dijeron que deberíamos asimilar que pasaríamos allí un par de días. ¡¡¡Weeeeeee, fiestaaaaaaaaaaa!!! Yo estaba muy contenta, porque con suerte el volcán la liaría parda en Europa y nadie podría coger el avión para volver a España... Pero mi gozo en un pozo. Al final resultó que estuvimos solo unas cuantas horas, no se dio tan mal, pero fueron geniales. Éstos fueron los que le dieron vida a aquello, y es una pena que no tenga el vídeo de ellos bailando "Billy Jean". MOMENTAZO.
La prensa nos ha sacado en la televisión bailando cuando nos anunciaron que ya nos podíamos ir a casa, y el periódico posando en plan..."Fuck yeah, hemos sobrevivido".

La actitud de mi padre fue de lo más curiosa. Esta fue la conversación:
Yo.- Nada, padre, que estamos aquí en un refugio y no sabemos cuando volveremos.
Padre.- ¿Y os quedaréis allí? ¿Y la comida?
Yo.- Si, nos quedaríamos aquí, no sé cómo harán... y comida nos están dando ellos también.
Padre.- Ah, vale. ¿Y las notas qué?

A mí me pareció una actitud, cuanto menos, graciosa. Que le peten al volcán y a todo, si su hija tiene comida, lo más importante ahora son LAS NOTAS DE LA UNIVERSIDAD. E basta.

Entre los presentes allí en el refugio, además de nosotros, había un matrimonio francés que no hablaba ni papa de inglés ni ninguna otra lengua, así que Cris intentaba comunicarse con ellos en francés, pero como lo tiene bastante abandonado, no sirvió de mucho. Esa mujer se lo pasó muy bien con éstos, en especial cuando hicieron su especial coreografía. Luego trajeron a una pareja alemana que para mí fue la que más impresión me causó. ¿Pues no estaban en la tienda de campaña durmiendo en algún 'prao' por ahí perdido y se despertaron cubiertos de ceniza? Madre mía. De hecho, aquí os dejo una imagen (cortesía de David):
También había más gente, pero esos no son tan remarcables. Bueno, unas chicas que eran periodistas de The Reykjavík Grapevine, pero poco más.

Ya de vuelta del refugio, intentamos ir a otros sitios a ver si podíamos apreciar algo más interesante de la erupción, pero no sirvió de mucho, así que nos volvimos a casa.

No os quejéis mucho, que aunque haya entrado un volcán en erupción, no ha sido tan catastrófico como el año pasado y su nombre era más fácil de pronunciar.

De despedida os dejo nuestra foto de familia de aquel día:
David-Pep-Víctor-Vaiva-Fran-Cris-Yo-Martina-Pavel

Y he de mencionar especialmente a Aída Mier, a la que he de agradecer que haya publicado hoy en su blog porque eso me ha motivado a mí a hacer lo mismo. YUHULEEE. Ahora algunos islandeses esperan que el Katla entre en erupción también, o el Hekla, no me queda claro. Pero la cosa es que si alguno de esos se pone a meter caña, entonces olvidaros de volar en avión por muuuuucho tiempo.

Espero no haberos aburrido mucho.

¡Saluditos!

2 comentarios:

  1. Una aldea, no como Talavera jajaja

    Tu padre es como los míos, que si apruebo y tengo dinero para comprar comida o cualquier cosa que necesite, ya no les interesa nada más.

    Me alegra que te haya animado a postear ;)

    PD: A tope con el volcán, ¿eh? xD Ánimo.
    PD: El captcha para publicar el comentario tiene nombre de volcán islandés. rfhHRHRHLH o algo así.

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  2. jeje muy chula la entrada ;)
    Me has hecho reir.

    Davidsson

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